Bogotá el tiempo del juego y los placeres. Siglo XIX
por Peralta, Victoria,
Publicado por : Ediciones Aurora, (Bogotá : ) Detalles físicos: 157 p. : il ; 21 cm. ISBN:9789589136966.Tipo de ítem | Ubicación actual | Colección | Signatura | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Books | CENDOC IDPC General Stacks | Colección General | 986.148 P37b (Navegar estantería) | 1 | Disponible |
Presentación. -- Introducción. -- Vida material de Santafé de Bogotá. -- La vida institucional. -- El individuo
Ha pasado un siglo más en la historia de Santa Fe de Bogotá y el ritmo lúdico y los placeres parecerían estar gobernados por la necesidad de descargas inmediatas y no reguladas de lo erótico y de lo agresivo.
De la censura aplastante se ha pasado aún hedonismo consumista mal regulado, qué parecería desafiar la represión pero que en muchos aspectos más bien la refuerza, por el implemento de culpa persecutoria. La ciudad vibra con la modernización pero el desarrollo es muy desigual. Las cadencias, antes marcadas por las campanas, son definidas ahora por ruidos Aparentemente más vitales, aveces estruendosos y en ocasión desarticuladas. La movilidad social ascendente se refleja en códigos fluctuantes y transicionales en los que la opulencia se entremezcla con la miseria y El desprecio por la vida, propia y ajena. La revuelta de la mujer parece haber cambiado el nombre del juego.
Cabe cuestionarse, sin embargo, si la sublevación sexual logra el ideal de unificar sexo y amor. Nuestros abuelos victorianos tenían mucho sentimentalismo erótico y poca sexualidad (o al menos configuraban de esa manera un prototipo social). La generación de la píldora y la liberación, tiene mucho sexo pero se aleja de los efectos que lo acompañan, con lo que disocia igualmente la nostalgia de la congruencia genital, vivenciada como mutualidad, erotismo, y proyecto común relacionados con los placeres.
La historiadora estudia también los placeres permitidos y el manejo de las transgresiones. El placer sexual sería tolerado en la medida en que favorece la procreación. La fe religiosa y el placer estético corresponderían a la sublimación y a una elaboración más fina de lo placentero. Victoria Peralta, destaca, con objetividad cuidadosa, el que con frecuencia el cuidado de una moral congruente depende del cura párroco, en tanto que los gamonales y jefes políticos sabotean para sus propios propósitos el desarrollo de una ética. Acota la doble moral y la moral incorporada formal y superficialmente. Simon Brainsky
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