Henri Duperly (1841 - 1907)

De ascendencia francesa, este súbdito inglés, cuyo nombre completo era Henri Louis, nació en Jamaica, dónde, en asoció con sus hermanos, monto un estudio fotográfico, negocio que repitió en Barranquilla, donde arribo en 1892, luego de pasar por Panamá. De este próspero Puerto partió para la capital, a dónde llegó en 1894 a establecer el negocio de la fotografía, y sus servicios rápidamente se cotizaron en esta ciudad que estaba despintando a la modernidad. En la Calle 17 instaló su gabinete artístico con el nombre de Duperly and Son. Agente de la kodak, realizó desde entonces, y hasta el año 1907, cuando murió en Bogotá, un gran trabajo fotográfico, dejando un legado de indiscutible calidad artística y un enorme aporte a la memoria histórica de la capital, y del río Magdalena, y de Barranquilla... Por donde pasó, Duperly registró la vida de un país que ingresaba a pasos acelerados en el tránsito de la modernización.
Sorprende su mirada fotográfica. El álbum que aquí se presenta recoge imágenes que van más allá de la clientela que podía pagar sus servicios, que con seguridad no eran baratos por la necesidad que tenía de importar todos sus materiales. En efecto, el lente de Duperly registró el escenario urbano, con especial atención a los cambios que estaba teniendo el espacio público A fines del siglo 19, a los edificios que estaban modificando el paisaje urbano - como el Capitolio, todavía en construcción-, a las plazas y a los nacientes parques que por Entonces se estaban construyendo en la ciudad.
Su fotografía recogió, además, escenas de la vida cotidiana, de gentes anónimas, de lugares que no eran solamente la calle Real y sus almacenes de postín. Sus registros de escenas cotidianas enriquecen la mirada que tenemos de la moda, de los contrastes en la vestimenta de los transeúntes, del detalle en los escenarios urbanos a lo largo de la principal calle de la capital. Llama la atención encontrar una ciudad donde la calle todavía era de peatones, donde los vehículos no habían desplazado aún a los transeúntes a las aceras, donde los carruajes eran tan escasos que, de vez en cuando, pudieron ser registrados en alguna de las imágenes que nos legó.
La fotografía de exteriores, de esos escenarios urbanos que se encontraban en tránsito de cambiar radicalmente es lo que nos ofrece este artista. La ciudad conservaba todavía un paisaje urbano colonial que iba a ser transformado de manera rotonda en los años siguientes. Estas fotografías destacan el contraste entre los diferentes sectores de la ciudad.
No sólo se dedicó Duperly a la fotografía, pues, como representante de la casa kodak, promovió la importación de cámaras fotográficas de esta marca, además de gramófono, pianolas, bicicletas y, en 1903, del primer automóvil que llegó a Bogotá: Un Cadillac con un motor de un cilindro, traído a la ciudad luego de superar duras pruebas por falta de una vía terrestre entre el puerto de Girardot y Bogotá. Con chófer y gasolina importados, fue la gran novedad en la ciudad, dónde, cómo se registra en las imágenes, los coches a caballo eran bastante escasos. Cuando se inauguró la carretera Bogotá -Tunja, se prestaba con este Cadillac el servicio de transporte de pasajeros.
Cuando Duperly abre su estudio fotográfico, lo anuncia con el concurso de su hijo. Y así, en efecto, al morir Henri Louis en Bogotá en 1907, su hijo continúa con el ejercicio del arte fotográfico y la importación de artículos que permitieron innovar la cultura material capitalina.
Hoy se cuenta con cinco generaciones de fotógrafos Duperly que han seguido aportando la historia de la fotografía colombiana.